sábado, 18 de diciembre de 2010

REMEMBRANZAS DE CÓMO SE INICIO EL FONDO DE DEFUNCION MAGISTERIAL

                          Por: Miguel Gamiño Moreno         

         Conocí al profr. Álvaro Mayoral Osuna, el primer Secretario General de la sección 52 (hoy 37) del S.N.T.E. en el mes de diciembre del año 1957, el representaba a los maestros estatales del incipiente Estado de Baja California.
         Se nos citaba a un grupo de jóvenes de nuevo ingreso al Sistema Educativo como docentes en escuelas primarias en Mexicali, fuimos reclutados de la esc. Normal Federal Fronteriza y de las pocas escuelas secundarias que entonces había en Mexicali.
         El lugar de la reunión sesión fue en la ¨casa sindical¨ (un cobertizo de  unos 100m² construido con madera triplay) ubicado en callejón Zaragoza y calle G, en la ciudad de Mexicali, la sala para sesionar tenía como asientos bancos de madera, los profesores Mayoral Osuna y Dionisio Hirales Corral, dirigieron aquella sesión apoyados en un destartalado escritorio de madera.
         Estábamos en la reunión sindical algunos, 50 jóvenes (hombres y mujeres) las edades promedio era entre los 15 y los 20 años; Flavio Artemio  Jiménez Castro declaró entonces tener 15 años de edad y el que este escribe 19 años.
Se no informo entonces que el salario base de una plaza inicial era de $900, algo así como $30 diarios (la mitad de un maestro federal que ganaba $1,800 mensuales); aparte de las plazas bases había un 2° y 3er grupo. El segundo grupo lo integraban los compensados con $250 mensuales ($8.34 diarios) y el tercer grupo los ¨¨maestros honorarios¨ con cero salario.
        La buena noticia de tan singular reunión era informarnos que los compensados de $250 subirían a $500 y los que nada ganábamos empezaríamos con $250 todo a partir del 1 de enero de 1958.
        Ante la tronante algarabía de aquella muchachada ahora de golpe y porrazo sindicalizados, aconteció algo extraordinario; una maestra integrante de aquel comité directivo informo al profr. Mayoral  de algo fatal; allí supimos que un maestro había fallecido y sus familiares no tenían el recurso económico para sepultarlo; se procedía entonces a ¨pasar la charola¨ en las escuelas  y que cada quien cooperaría con lo que pudiera; también nosotros los jóvenes, aportamos; particularmente fue con un peso que tenía destinado para una torta, fue mi primera aportación para un fondo de defunción.
        El profr. Mayoral nos explico que ya habían solicitado al Gobernador del Estado que pagara los gastos funerarios de los maestros fallecidos, y ante la negativa de la autoridad, habían creado un anteproyecto de un ¨Fondo mutualista de defunción magisterial¨ sintetizo que el mutualismo era porque cada trabajador habría de aportar una misma cantidad para sepultar con dignidad a compañeros que se fueran muriendo, que no era conquista sindical donde interviniera el gobierno-patrón, aquel fondo sería solo entre nosotros y para nosotros.
        Poco tiempo después, con otra directiva sindical se creo el ¨Fondo Mutualista de Defunción; son 50 años que muchos hemos estado aportando puntualmente,  el fondo es propiedad de todos los que aportamos, tiene sus estatutos reglamentarios, algo parecido a una asociación civil, se puede entrar y salir de él, debe ser voluntario, único requisito es estar al corriente de la cuota de aportación, un ejemplo, si alguien en servicio solicita permiso sin goce de sueldo o renuncia a su trabajo, esta persona no pierde el derecho si va directamente al consejo de administración y entrega sus cuotas obligatorias.
         En el caso de los jubilados se nos descuenta vía nómina a través de Issstecali, ninguno hemos renunciado al Fondo de Defunción.
          Resulta ahora en el año 2010 que el Sr. Gregorio Carranza y por consigna de la Señora Gordillo y con ínfulas de ser omnipotente, sin ningún sustento legal, solo por sus calzones, ordena que 700 jubilados que pertenecemos al SETE ya estemos dados de baja del Fondo. ¡Vaya actitud tan perversa como estúpida, de este liderzuelo que se ostenta como líder sindical!
       Para Goyo Carranza habrá consecuencias legales, 700 jubilados lo hemos demandado ante los Tribunales de Justicia, por su conducta mezquina e irracional. Ahora solo falta que expulse a los 7500 maestros en servicio activo y que son del SETE con registro en la Junta de Conciliación de Trabajo y con su actitud inmoral, indigna de cualquier dirigente sindical lleve al desastre económico del Fondo Mutualista de Defunción que tanto trabajo costó crear, el tiempo lo dirá.
          

Miembro del Comité Directivo del periódico
Cambio Democrático y Jubilados
SETEBC

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