TIJUANA. Seres queridos y docentes familiares al extinto profesor de primaria Raúl Valles Castro, quien falleció víctima de Influenza A H1N1 el pasado 7 de septiembre, atribuyeron la muerte del joven de apenas 27 años de edad a negligencia médica por parte de Issstecali El Mirador.
Ayer, en conferencia de prensa encabezada por el padre del desaparecido, el también docente Raúl Valles Aparicio, una comisión coordinadora integrada
por maestros retirados exigió investigación exhaustiva del caso.
Los miembros de la comisión calificaron de irresponsable la actuación del director de Issstecali El Mirador, Raúl Guzmán Cobo, y exigieron su destitución inmediata.
Al lado de la viuda de su hijo, Valles Aparicio narró a los medios de comunicación lo que calificó como el “vía crucis” experimentado por su familia a raíz de la deficiente atención brindada a Raúl Valles Castro en esa institución médica.
Denunció que además de que fue tardía, también fue ineficiente, porque no le proporcionaron un medicamento necesario para oxigenar su sangre.
Recordó que Valles Castro inició con la sintomatología de Influenza A H1N1 el miércoles 26 de agosto, día en que en el Issstecali de El Mirador le negaron la prueba rápida argumentando que no la tenían.
Al día siguiente se la realizaron y el resultado fue negativo, pero una semana más tarde se aseguró que otra, practicada después había sido positiva, por lo que se desconfía de que hayan practicado bien la primera.
La incapacidad que se le ofreció el 27 de septiembre fue por un día, permitiéndole que al día siguiente se presentara a trabajar, exponiendo con esta acción al contagio a los 30 menores por turno que tomaban clase con él.
El 29 de agosto se volvió a presentar a Issstecali y le volvieron a dar medicamento para gripe simple, estableció.
Valles Aparicio expuso que fue un médico particular el que diagnosticó al joven maestro con Neumonía y ordenó su internamiento, para el cual lo hicieron esperar dos horas en la clínica que le correspondía, el Issstecali de El Mirador.
El neumeólogo nunca se presentó y el 4 de septiembre la gravedad del estado físico del muchacho se hizo más evidente, aspecto que nunca fue del conocimiento del director del hospital, a quien se le pidió que interviniera y aseveró desconocer su estado de salud, dijo.
Los días transcurrieron y los peores fueron los fines de semana, “cuando el Issstecali es tierra de nadie”, observó.
El padre del difunto aseveró que esa cadena de negligencias fue lo que le causó la muerte a su hijo el lunes 7 de septiembre a las 7:45 de la noche, luego de que fue llevado al quirófano para practicarle una traqueotomía que le permitiera respirar.
“Claramente se ve que el proceso de atención a pacientes en el Issstecali es una cadena interminable de ineptitud, negligencia, irresponsabilidad, prepotencia, desorganización y falta de sensibilidad y compromiso que repercute directamente en una reducción en la calidad de vida del paciente”, destacó.
Son las secretarias quienes determinan el ingreso a Urgencias o el turno de los pacientes, señaló, independientemente de la gravedad de los síntomas que éstos presentan y eso no se puede seguir permitiendo.
Finalmente, el padre del fallecido aseveró que el sector salud no se ha acercado a hacerles las pruebas de contacto a los familiares de Raúl ni se hizo lo conducente en las escuelas primarias Leyes de Reforma, en Playas de Tijuana ni Frida Kahlo, en Santa Fe, donde impartía clases como docente.
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