domingo, 24 de mayo de 2009
GREGORIO CARRANZA RENTA ARMAS PARALIZANTES EN CONTRA DE LOS MAESTROS DEL SETE
EL CANTINFLAS GREGORIO CARRANZA ARMA A SU COMITE CON 300 ARMAS PARALIZANTES QUE RENTA PARA CADA UNO DE SU COMITE SECCIONAL PARA DEFENDERSE DE LOS MAESTROS DEL SETE.
CUIDADO GREGORIO CARRANZA, ESTE TIPO DE ARMAS APLICADO SOBRE ALGUIEN CON PROBLEMAS CORONARIOS PUEDE DISPARAR UN EPISODIO CARDIACO QUE PUEDE LLEVAR A LA MUERTE.
Las PERSONAS han sufrido tortura, muchas veces reiterada, mediante descargas en zonas como las axilas, el cuello, la cara, los pechos, el abdomen, el interior de las piernas, la planta de los pies, el interior de la boca y oído, los genitales, la vagina y el ano. Las consecuencias inmediatas son dolor agudo, pérdida de control muscular, nauseas, convulsiones, desmayos y defecación y orina involuntarias. Algunas de las consecuencias a largo plazo pueden ser rigidez muscular, impotencia, cicatrices y problemas de tensión postraumáticos.
Cómo funcionan las armas paralizantes
Este tipo de mini-pistola que emite descargas eléctricas, ideal para defenderse de ¨asaltantes o secuestradores¨, actúa interrumpiendo las señales entre el cerebro y el resto del cuerpo. Le contamos cómo funciona y para qué sirve:
No daña a quien recibe la descarga de forma permanente, sino que desequilibra el funcionamiento de su cuerpo de forma momentánea. No causa daños a largo plazo porque la electricidad que descarga en el cuerpo de otra persona es de muy alto voltaje pero bajo amperaje. De esta manera, la descarga no es lo suficientemente intensa como para causar problemas significativos.
Antes de aplicar una de estas armas sobre otra persona debemos saber qué cosas le van a pasar o cómo se va a modificar su condición.
El shock eléctrico que descarga un arma paralizante de este tipo se mezcla con las señales eléctricas que emite el cerebro, confundiendo al cuerpo y haciendo muy difícil para quien la recibe moverse en forma coordinada.
Otro efecto que puede tener sobre ciertas personas es hacerlos realizar mucho esfuerzo para nada en períodos muy cortos de tiempo. Esto causará un agotamiento de energía temporal en la persona, que en consecuencia se encontrará imposibilitada de realizar ninguna tarea.
Al activarse, el arma paralizante emite un destello eléctrico brillante que es bastante intimidatorio; además, algunos modelos hacen un ruido fuerte al ser utilizados, algo pensado para atraer la atención de cualquier persona que pase cerca.
Si hablamos de modelos más sofisticados, hay algunos que vienen integrados en teléfonos celulares, con funciones adicionales (como una alarma personal, por ejemplo) y con una carga de hasta 18.000 voltios.
Entrando en acción
Para usar un arma paralizante de forma efectiva, se deben apoyar los electrodos sobre un área muscular del atacante (hombros, muslos, pantorrillas o glúteos). No se recibirá ninguna descarga eléctrica, ni siquiera si estamos en contacto físico directo con la persona a la cual le aplicamos la descarga.
Para someter completamente al agresor, el arma paralizante debe ser aplicada durante algunos segundos. Se requerirá más tiempo si el atacante es una persona de gran talla o peso, o si se está usando un modelo de bajo voltaje.
Se debe tener siempre en mente que no corremos el riesgo de matar a alguien con este tipo de armas, ya que no poseen el amperaje suficiente para causar la muerte por electrocución. Sólo afectan los grupos musculares más comunes, y no los órganos como el corazón o el resto de los que cumplen las funciones vitales más importantes.
Un arma paralizante se limita a “confundir” temporalmente a los músculos, provocando que la persona caiga al suelo y disparando sensaciones de confusión y desorientación por varios minutos.
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