Los despidos fueron por incapacidad y por diferencias político-electorales, los cambios que faltan.
Pareciera que se quedó corto, que faltaron áreas y más cambios, sobre todo en el contexto de la mitad de la administración, de escasos resultados, del evidente desgaste y deterioro. Aun así con bombo y platillos el Gobernador Osuna anunció la sacudida a una parte de su gabinete, la más fuerte de su gobierno, pero parece insuficiente.
Por: Sergio Haro Cordero
Cuando Francisco García Burgos recibió la llamada de Cuauhtémoc Cardona, el secretario de gobierno de Baja California, para avisarle que el gobernador lo invitaba a encabezar la oficialía mayor, se encontraba en la secretaría de gobernación.
Derrotado el 4 de julio y sin chamba, García Burgos le estaba pidiendo trabajo a Óscar Vega, el oficial mayor de Gobernación. Evidentemente, de manera inmediata se regresó a Baja California.
Este simple hecho demuestra que los cambios en el gabinete de José Guadalupe Osuna Millán no fueron ni pensados, ni valorados. La mayoría de los movimientos fueron por el encono por los resultados desfavorables al Partido Acción Nacional en la elección. Otros, efectivamente, fueron por incapacidad.
Pero aun así, el gobernador se quedó corto. Le faltaron cambios.
La secretaría de desarrollo económico por ejemplo, donde despacha su amigo y mentor el ex rector de la UABC que no ha destacado. Que ha comprobado que la teoría no necesariamente funciona en la práctica. La poca inversión que ha llegado a Baja California y los nulos esfuerzos del secretario por ayudar a los comerciantes, merecerían el cambio.
En la SIDUE, la remoción quedó pendiente. Sólo falta que como es deseo del gobernador, Héctor Osuna Jaime, arquitecto de profesión acepte el cargo, para que se dé la salida del ingeniero Luis López Moctezuma.
Manuel Aguilar, el secretario de planeación y finanzas también debería estar fuera del gobierno. Lo sostiene porque fue parte de la estructura gubernamental que apoyó la campaña de Carlos Torres a la alcaldía de Tijuana.
Más que una renovación en el gabinete, los cambios de Osuna Millán, son la aceptación de la culpa en dos contextos: Los nulos resultados en sus primeros tres años de gobierno, y la derrota del PAN en la reciente elección.
Es clarísimo que Ruth Hernández, la oficial mayor, salió porque no apoyó de entrada la candidatura de Carlos Torres; metida en el despido masivo –la verdad es que ninguno renunció como lo anunció el gobernador– es de las pocas funcionarias que se apegaron a su trabajo administrativo y no a la campaña política de Tijuana. Eso, evidentemente le costó el cargo.
Es clarísimo que Ruth Hernández, la oficial mayor, salió porque no apoyó de entrada la candidatura de Carlos Torres; metida en el despido masivo –la verdad es que ninguno renunció como lo anunció el gobernador– es de las pocas funcionarias que se apegaron a su trabajo administrativo y no a la campaña política de Tijuana. Eso, evidentemente le costó el cargo.
En Desarrollo Social, la fórmula asistencialista defendida por Carlos Reynoso durante años tronó estrepitosamente con los últimos resultados electorales.
En Comunicación Social la salida del titular –por ineficiencia y falta de oficio, entre múltiples señalamientos– se había retrasado más de un año. Del titular de Issstecali surgieron sospechas de presuntas irregularidades –nunca comprobadas– pero que empujaron hacia su despido.
Lo demás fueron enroques y reacomodos, bajo la premisa oficial de “relanzar la tarea de gobierno y colocarla más en el centro de las necesidades de la ciudadanía”, según lo dijo el propio Gobernador después de la toma de protesta, tras dar lectura a un documento y donde no aceptó preguntas de los reporteros. Antes advirtió:
“Todos estamos sujetos a una constante evaluación, la función pública está bajo escrutinio permanente y la medición final la otorga la ciudadanía sobre nuestro actuar…”
Compartir un botín
“En todas las administraciones públicas es muy difícil que se inicie con un gabinete y se concluya con él”, asume de entrada Luis Enrique Concepción Montiel, Doctor en Ciencia Política y Sociología y actual Director en Mexicali de la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Autónoma de Baja California.
Se refiere a partir de lo que llama “los procesos democráticos”, ya que anteriormente, en los tiempos del gobierno autoritario y vertical –los tiempos del PRI– el gabinete se caracterizaba por ser relativamente más estable, aunque sujeto a los cambios que Presidente o Gobernador definieran. “El Presidente era jefe de Estado, jefe de Gobierno y jefe de Partido”, expone el también Maestro en Administración Pública.
En el caso de los cambios, el académico considera que en algunos casos, también pueden llegar a desequilibrar.
En ese marco menciona la notable ausencia de un Servicio Civil de Carrera, es decir, que los cargos en la administración pública sean ocupados por profesionales, independientemente del Partido que gane la elección.
“El Servicio Civil de Carrera está basado en los méritos y en la neutralidad política, precisamente pensando en los vaivenes y los cambios en la administración, porque es mérito, tiene que ver que el funcionario público sea designado no por el amiguismo o el compadrazgo, (la contraparte) es el sistema de botín, de compartirse un botín que se ganaba y se compartía, un botín político”, considera el académico universitario.
El otro rubro tiene que ver con la neutralidad política, es decir, que se le incluya independientemente del partido con el que se simpatice o sea miembro el funcionario.
“Esto es muy difícil, pues regularmente la gente de su confianza (del gobernante) prácticamente es gente de su Partido. Pero lo más sano es que existe esa neutralidad política, basado en que sea en las funciones técnicas”.
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores considera importante que en la función pública no sólo es necesario que los funcionarios sean de la confianza del gobernante, sino que además tengan la experiencia y la capacidad en el puesto para el que son designados.
“No se puede estar cambiando de una función a otra sin tener la idea de lo que se va a realizar”, expone el especialista.
Pero añade otro problema: En la clase política no se han formado las elites, no se han capacitado, a nivel de cuadros especializados. Lo que ha venido sucediendo es (el aprendizaje) a través del ensayo y error”.
En el caso de Baja California expone que a 20 años de la llegada del PAN el poder, ya hay gente que tiene la experiencia, pero el Partido ha crecido y afloran las divisiones internas, que lo han fracturado.
Se le pregunta al especialista sobre el caso concreto de Jorge Sánchez, quien sale del área de comunicación pero lo nombran subsecretario de Desarrollo Social, y Concepción expone:
“Lo que sucede es que muchas veces hay compromisos políticos y con los compromisos políticos es muy complicado navegar. Cuando están las campañas se van adquiriendo compromisos con grupos, con personas, con empresas.
“Pero el final tiene que ver con la cuestión de que se gobierna por y para los ciudadanos y en función de resultados”.
Finalmente se le pregunta al Director de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas de la UABC sobre la dimensión del reto para el gabinete de Osuna, y así responde:
“El reto que se tiene es mejorar la percepción que se tiene del mismo gobierno, en una coyuntura muy delicada, es rescatar el proyecto inicial del Gobernador, que tiene que ver con mejorar la calidad de vida, mejorar los empleos, abatir los rezagos, pero ciertamente tiene que ver con el contexto externo complicado”. A todo esto le suma la complejidad de que en esta segunda mitad del gobierno de Osuna tendrá un Congreso en contra –con mayoría priísta–, igual los 5 ayuntamientos.
Los motivos de Osuna
Al explicar los cambios, el Gobernador dijo que –a la mitad de su administración– se revisaron los programas de gobierno, la relación con la ciudadanía, los compromisos asumidos en su inicio y el grado de avance.
Dijo que –en ese marco– se evaluaron las tareas de equipo y colaboradores, para “relanzar la tarea de gobierno y colocarla más en el centro de las necesidades de la ciudadanía”.
Lo que no dijo públicamente es que desde hace varias semanas ya tenía la idea de “sacudir” el gabinete, sobre todo en algunas áreas, pero no sabía cómo ni con quién.
De acuerdo a diversas versiones, todas cercanas a la cúpula gobernante, en el caso de Ruth Hernández –ahora Ex Oficial Mayor de Gobierno– se habían suscitado varios conflictos internos, sobre todo en un evidente pleito de poder con Francisco Blake, el ex Secretario General de Gobierno y ahora Secretario de Gobernación.
La sustituye Francisco García Burgos, quien fue líder estatal del PAN en el 2000, luego se fue al CEN Nacional al área de elecciones y últimamente estaba en el equipo de Héctor Osuna en la Cofetel.
En el caso de Desarrollo Social, Carlos Reynoso, quien se había entronizado en la Secretearía de Desarrollo Social, había “vendido” la estrategia asistencialista de entregar despensas y recibir votos para el PAN, la que defendía bajo el argumento de que le había funcionado, en sus casi 10 años al frente de esa área.
Conforme a diversas fuentes, el Gobernador no estaba muy convencido de esa estrategia, pero acabó de convencerse de la necesidad del relevo sobre todo a raíz del estrepitoso fracaso del PAN en la pasada elección local, cuando el partido blanquiazul perdió todo, desde la mayoría en el Congreso hasta las 5 Alcaldías. De Carlos Reynoso se adelantó que se iría a la Dirección de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, que ahora encabeza el tijuanense Francisco Blake.
Lo sustituye en Sedesoe Carlos Flores Vásquez, quien fungía como titular de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali. Lo curioso es que como Subsecretario Osuna designó a Jorge Sánchez, quien fue removido de la Coordinación de Comunicación social por su evidente ineficiencia.
Según algunas fuentes, la remoción de Sánchez se venía discutiendo al interior del gabinete desde hace más de un año, pero no se había presentado la coyuntura para concretarla. Sánchez ya no sólo era ignorado por la mayoría de los reporteros de la fuente, sino además había entrado en conflicto hasta con directores de medios a quienes evadía hasta responder el teléfono.
En su lugar fue designado Mario Palacios, quien en Mexicali tenia 19 años de antigüedad en el área de noticias de MVS Radio –ahora Radio MIC– al frente de un noticiero de evidente orientación pro empresarial. A Palacios lo designaron para que organice el área –que debe coordinar a más de cien voceros– y fue seleccionado entre una propuesta de internos (es decir, ya en el gobierno) y otra de externos, algunos hasta de fuera del estado.
En el caso de Issstecali a Salvador Morales Riubí –ex líder estatal del PAN– se le siguió la huella por sospechas de presuntas irregularidades al frente de la dependencia, sobre todo en áreas como la proveeduría de medicinas y la construcción de algunos inmuebles, aunque nunca se le pudo comprobar nada. Aun así se optó por su salida y aunque públicamente se dijo que se iba a un puesto federal, parece que nada tiene seguro. Lo sustituye en el cargo Raúl López Moreno, el candidato perdedor del PAN a la Alcaldía de Mexicali y a quien le toca encabezar una de las dependencias más complicadas de la administración estatal, con las finanzas en rojo desde hace varios años y sin una salida clara al tema de pensiones y jubilaciones, además de que le tocará lidiar con las sindicatos menos dóciles, como el SETE, el de Burócratas y el SNTE 37.
Otro “rescatado” pero en el Instituto de Infraestructura Física Educativa de Baja California (INIFE) fue Francisco Rueda, el ex contendiente perdedor en la interna del PAN por la candidatura a la Alcaldía de Mexicali.
En casos que se habían mencionado con posibles relevos, como el de Luis López Moctezuma en la Secretaria de Infraestructura y Desarrollo Urbano (SIDUE), todo indica que fueron incluidos de más, ya que según las mismas fuentes, el actual Secretario tiene toda la confianza del Gobernador, quien lo ubica con un serio desempeño y hasta se asegura que el ex Rector de la UABC será de los que terminen todo el sexenio, pese a su filiación priísta.
Cimbrando el aparato
“Es una parte de un relevo a la mitad del camino, evidentemente tiene que ver con una evaluación del desempeño, creo que esto es una cosa obligada”, comenta el Doctor en Sociología y actual Secretario General del Departamento de Desarrollo Institucional del Colegio de la Frontera en Tijuana, Alberto Hernández.
El especialista comenta la importancia de la Oficialía Mayor, área a la que le corresponde los acuerdos con la burocracia y con los sindicatos. “Es una parte de mucha negociación y de mucho desgaste, una pieza muy simbólica, pues estaba en manos de una mujer, de Ruth Hernández, y es una parte que tenía que ver con alguien que venía de una acción en el ámbito federal, de una experiencia en el partido”.
El también Maestro en Sociología por la UNAM considera que la salida de Ruth Hernández deja un gran hueco, aunque podría complementarse por la experiencia de García Burgos.
“Lo que sí me preocupa es que en estos cambios no hay la inclusión de más mujeres, creo que la experiencia que pueden dejar las mujeres es muy estratégica, sobre todo en áreas como política social, en salud, en educación, aun en deporte, es una de las cosas que sí se ven como no acertadas".
En el caso de comunicación social acepta no conocer mucho del área, pero se dice sorprendido de que el ahora ex titular haya sido enviado a Desarrollo Social. “Es lo que no logro entender”, comenta el académico del Colef, y sobre el desempeño en comunicación social comenta que “algo está fallando en la imagen del gobierno” ya que quizá se podrían estar haciendo muchas cosas, pero se falla a la hora de comunicar.
El titular del área de Planeación y Desarrollo Institucional del Colef considera que para algunas áreas los funcionarios deben de contar no sólo con la parte técnica que requiere el perfil, sino además el equilibrio con una parte negociadora.
Opina además que los recientes cambios en el aparato gubernamental sí tuvieron que ver con el resultado del pasado proceso electoral, que fue adverso para el PAN.
“Creo que sí, a lo mejor el gobierno está haciendo bien las cosas, pero la gente no lo ve así, las prioridades no son así, la gente está demandando otra cosa. Creo que esto es también una lección acerca de las acciones que tiene que tomar el gobierno en las áreas prioritarias, el dinamismo que requiere la entidad en términos económicos, entonces esta sacudida tiene que ser, en general, para abrir otros horizontes, no puede quedar haciéndose las mismas cosas porque, porque también hay una evaluación que hace el ciudadano”.
En el caso de áreas donde los cambios estuvieron ausentes, como la Procuraduría o Seguridad Publica, Hernández considera que son áreas que ahora están dando resultados. “Con problemas, por supuesto, pero estando como está el país, con un grado de inseguridad, el posicionamiento del crimen organizado, creo que los resultados de la evaluación de Baja California no es la ideal, pero no es la peor”.
Y finalmente, sobre toda esta “poda” al aparato gubernamental, el especialista opina
“Creo que ésta es una cuestión que está cimbrando al aparato, que está poniendo las letras chiquitas sobre gente que no está dando un resultado, o que tiene que dar más”.
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